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lunes, 7 de diciembre de 2015

¿Qué decir sobre los comentarios de Donald Trump?


Tzintli Juárez.


En pasados días el tema que ha ofendido a todos los mexicanos, son los comentarios de nuestro amigo Trump, comentarios que han lastimado a la mayoría de los ciudadanos: personas del medio artístico, a civiles, incluso a nuestro presidente, el gran señor Enrique Peña Nieto. Y esta bien, a cada persona le duelen las palabras de diferente manera, es natural que nuestros paisanos expresen su sentir.

Ahora bien, no hay ningún problema con lo anterior, con el hecho de que personas digan que no les parecen los comentarios denigrantes hacia migrantes y mexicanos, esta bien, entramos entonces a una posición donde no se deja solo al compatriota, pero…¿ha sido siempre así?

En efecto, esta vez nos tocó ser víctimas, pero también hemos ofendido, también hemos señalado. Lo interesante es que no solamente a extranjeros, sino entre nosotros mismos, con nuestros pueblos indígenas y ahora tenemos cara para plantarnos y exigir respeto. No se dice que no lo merezcamos y que Trump tiene razón, no es así.

De hecho hemos sido más víctimas de nuestro propio Estado, en cada elección los candidatos juegan con nosotros: meten y sacan a narcotraficantes como se les da la gana y es burla, que después de la fuga, salgan a decir una barbaridad de mentiras “bien estructuradas” que increíblemente a veces, muchas personas lo creen. La manera en que se han creado empleos también es un sinónimo de humillación, se han creado sí, pero el Estado ofrece las mejores condiciones a estas empresas que llegan para después éstas imponer sus propias condiciones laborales. Lo bueno es que se crean empleos.
Incluso el caso del 68, el de Iguala, el de la Guardería ABC, los feminicidios, que cada vez aumentan, todos éstos son ejemplos de indignidad, sí, por parte del Estado (principalmente) pero, ¿por qué no exigir respeto? O si se exige, ¿Por qué no apoyar a las personas o grupos que lo exigen? ¿Debe ofendernos un extranjero, para entonces si defendernos?

Desde un punto de vista personal, no veo por qué alterarnos tanto por los comentarios, en todo caso habría que seguirle la pista desde ahora por si llega a ganar la presidencia de los Estados Unidos, creo que es ahí donde deberíamos enfocar atención. Esta bien tomar en cuenta lo dicho por este señor, pero no sólo él gana en el momento que ve efectivas sus palabras. Por ejemplo, las empresas que rompieron contrato con él, precisamente por expresarse mal de esta patria, no perdieron del todo, incluso tal vez ganaron, el hecho de romper con Trump les hizo ganar popularidad entre los mexicanos y otras personas que fueron parte de la ofensa y, por consiguiente, aumentar ventas.
En realidad prácticamente nadie ha perdido, puesto que a nuestro querido amigo Trump no le ha afectado todo ese lío que es parte de su estrategia, ya que podemos ir a checar las encuestas e increíblemente lo podemos encontrar en la delantera.

Lo que en este caso resulta triste es que si Donald llega a ganar, sería un presidente racista, ¿Pero cuántos no?. El otro lado triste es cuando personas comparten este tipo de opiniones. De ahí, según yo, si podría surgir una preocupación, pues resulta inverosímil que de países considerados desarrollados, resulten comentarios y/o pensamientos de este tipo. Se ve así que, el “desarrollo” no garantiza una nación no racista.

En todo caso, los migrantes son un tema serio que debe tomarse en cuenta, si los hay, es porque en sus países hay carencia de empleo o lo que ganan no es suficiente para subsistir, y como naturaleza es buscar la comida, esa fuente de vida, lo malo sería que se volvieran delincuentes. Por que si bien, los comentarios de Trump, de algún lugar debieron salir, y en lugar de estar preocupados por lo que dice, deberíamos preocuparnos del origen de los comentarios de este señor.

Hay que tomar en cuenta que no sólo este personaje es quien ha hablando mal de los mexicanos, hay demás personas del medio artístico que hacen saber su desprecio por nosotros, ¡por lo menos Trump dice que nos quiere!...pero esa es su opinión. Personajes como Leonardo Dicaprio, Enrique Bunbury, Tommy Hilfiger (quien dijo que prefería vender sus productos a un negro antes que a un mexicano) y personas que esta por demás decirlo, ellos han hecho y dicho lo mismo en diversas ocasiones, pero los productos de Hilfiger se siguen consumiendo en el país, Leonardo  Dicaprio es uno de los actores favoritos de las mexicanas, y es que lo que cuenta es lo guapo, así como pasa con nuestro presidente…la música de Bunbury sigue siendo clásica, la cuestión es que él aún y con lo que dice, es de los preferidos en el país, sus conciertos son de los más concurridos…a esto resta decir o preguntarnos: ¿La hipocresía es parte de la naturaleza humana?.

Finalmente, todo lo anterior es una opinión, tampoco es que no me sienta mexicana, pero creo que es bueno ver las cosas desde otra perspectiva, a muchos nos hace falta madurar, hay que pensar, tal vez lo que pase es que los comentarios del señor duelan (como se dijo antes) porque son del país vecino y del que dependemos en gran medida, pero no podemos quedarnos nada más así, escuchando y quejándonos, como casi siempre, creo.

Si sirve de algo, hay importantes logros por los cuales sentirnos orgullosos, por ejemplo el que México esté acaparando lugares en competencias de robótica, que cada vez sean más los atletas que participan en olímpicos y que a su vez, ganen. En diversidad de fauna y flora, también somos de los más ricos…campos como el de la medicina y aeronáutica están creciendo, también hay más emprendedores…así que ¿Por qué no ver ese lado importante para nosotros?, ahora bien no es que los triunfos de ellos también sean de nosotros (en todo caso es compartir), lo que debiéramos hacer, es festejar también con ellos, unirnos así como para lo de Trump.
Nos hace falta crecer: si, pero si nos clavamos con una ofensa, que al parecer tiene más un fin de popularidad y ganancia, nos quedamos en las mismas o peores y es ahí cuando otros aprovechan para usarlo a favor, pues lo cierto es que a la mayoría de nosotros los mexicanos, nos encanta el “argüende”.


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