Bienvenidos

Este es un blog colectivo sobre temas relacionados con el acontecer político de México. Agradecemos su visita y sus comentarios.

martes, 8 de diciembre de 2015

La ‘mota’ y las alucinaciones mexicanas


Narda Torres Juárez
En el último año, el debato sobre la marihuana se ha intensificado a nivel mundial, y es precisamente para México un debate fuerte  después de la legalización en los países del continente. Uno de los principales motivos, son las consecuencias que podría tener el país si se continúa con la política prohibicionista hasta ahora vigente. 
Como ejemplos continentales tenemos a Estados Unidos que comenzó con la aprobación del uso medicinal de la marihuana en Washington y en Colorado, que ha originado que a lo largo de dicho país el debate genere modificaciones jurisdiccionales para la aprobación del uso de la sustancia tanto medicinal como recreativo, y hasta ahora ha originado la aprobación en más de 20 estados. En un contexto similar, en Uruguay hay iniciativas para la regulación del comercio de la marihuana.
A diferencia de México, que al igual que en toda Latinoamérica ha tenido un debate constante, pero que como reacción institucional respecto al tema, ha tenido este año como foro de debate para su aprobación la primera cámara de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCN). El pasado mes de noviembre, los ministros aprobaron su uso lúdico sin fines de lucro para cuatro miembros de la Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART), que habían apelado por medio de un amparo la permisibilidad de cuestionar por si mismos los daños que conlleva sus usos.
La SMART se ha manifestado sobre la necesidad de una regularización en el mercado de este producto, pues en sus palabras, ellos no son consumidores, por lo que este proceso legal va más allá de abrir un espacio jurídico para ellos, sino contribuir al debate y reacción institucional ante esta necesidad nacional. El marco para la evaluación tan minuciosa de la aprobación de este amparo no surgió como tema de legalización del consumo de un producto, sino a raíz del debate sobre la violación del derecho humano de la protección de la salud de los mexicanos, como garantía social establecida en el artículo 4° Constitucional.



Ante ello, las autoridad aún tienen una postura un tanto cerrada, aunque se haya dado el primer paso que considere jurídicamente una modificación  institucional para la legalización nacional. Y aunque tuvo una respuesta positiva en el supremo tribunal, existe públicamente una postura negativa al respecto por parte de algunas autoridades. 
Un ejemplo de ello, es la propia expresión del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, que declara que de forma personal no está de acuerdo con la legalización de la marihuana, pues abre la puerta a un debate mayor que incluirá otro tipo desustancias que son similares o peores en sus efectos a la salud. Aunque también haya aclarado la necesidad de atender el debate y de introducir un marco jurídico que regule el temaPues ante ello es peor no atender el problema que contribuir a su regulación. 
En un sentido similar, se ha pronunciado el Secretario de Salud de Jalisco, el Dr. Jaime Agustín González Álvarez, que en reacción a la aprobación parcial que tuvo la Corte comentó que
“Sobre los aspectos legales de lo que decida la Suprema Corte somos respetuosos. Lo que sí es mi obligación como secretario de Salud, sobre todo en el terreno de lo preventivo, es señalar que estamos totalmente convencidos, con base en evidencia científica, que es una droga que hace daño, que es precursora de la inclusión a otras dependencias, a otros hábitos, a otras drogadicciones o adicciones” (Informador, 2015) 
Ambos atendiendo su carácter de autoridad pública, declaran el respeto a las decisiones y el derecho a un debate jurídico, pero en caso del secretario, como médico no puede ignorar las implicaciones médicas del uso de sustancias adictivas, y también  considerar las afecciones corporales que tiene (en especial, las respiratorias).
Es en este sentido que la propuesta de la Secretaría de Salud (SSA), es la legalización de uso dela marihuana con fines terapéuticos con fundamento en evidencias y no ocurrencias. Ello en consecuencia de la evidencia sobre los daños a la salud sobre el consumo de drogas, y de la falta de pruebas sobre las virtudes terapéuticas que podría tener. Y que es señalado por el Dr. Ricardo Iván Nanni Alvarado, director general de políticas y programas de adicciones del Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones (CENADIC), fijando una postura abierta, pues sus contribuciones más allá de la aprobación, cultivará el conocimiento sobre esta droga. 
Más allá sobre el debate en torno a la salud y ligado sobre la regularización, una perspectiva que deja un mal sabor de boca sobre un escenario prohibicionista, son los beneficios incrementales que percibirá el narcotráfico. El análisis en este sentido, se enfoca en que observando la aprobación de la marihuana en Estados Unidos y se esteregularizando su comercio y consumo, provocará que los grupos de crimen organizado al interior del país que se encargaban de la distribución y aprovechaban la falta de regularización, buscarán un nuevo mercado, un nuevo espacio para mantener sus actividades comerciales. Al ser México un país vecino y sin regulación al respecto, se convertirá en un escenario óptimo, en un terreno propicio, para que no sólo los grupos de narcotráfico ya establecidos sigan floreciendo, sino para que los narcotraficantes extranjeros consideren  las ventajas de establecer su negocio en este territorio. 
Sería ilógico negar la presencia activa de drogas, como la marihuana, como producto de consumo, tal vez no cotidiano, pero con una presencia regular en la sociedad. La normalización del comercio de drogas, deja visible la necesidad de una reforma jurídica, que permita a México tomar otra vía y no ser simplemente el nuevo mercado dónde se presenten los narcotraficantes y consoliden sus negocios. 
El problema no solamente son las posiciones morales de la legalización de la marihuana, el problema es que se deja un tanto de lado, al debate público, las implicaciones económicas y de seguridad que tendría México en un futuro. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario