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martes, 8 de diciembre de 2015

La democracia en León… o lo que dicen qué es

David Prado Cervera

“La transición que se dio en México en el 2000 empezó en Guanajuato: de Medina Plascencia que fue el primer presidente municipal de otro partido en León, que apoyó a quién fuera el primer gobernador de Guanajuato de otro partido [Vicente Fox] a ser el primer presidente de la república de otro partido…”. Escuchaba decir algo así a mi papá mientras hablaba con algunos tíos y de cómo le debemos a un partido político la “verdadera existencia de democracia” a lo largo de la República; y es que ha sido algo siempre comentado en mi casa, es  realmente yo fui educado con la idea de que un partido de colores azul y blanco siempre fue el bueno y el resto eran unos corruptos y no merecían mi voto de ninguna forma, y yo ya sabía de esto aún cuando ni cumplía 18 años.

Ahora que estudio a la política de una forma mucho más profunda y he visto yo de los descontentos hacia los gobernantes militantes del Acción Nacional y sin embargo, los ciudadanos siguen votando por ellos, me pregunto ¿en verdad somos cuna de una revolución expresada a través de las urnas? Quiero decir, por supuesto que en León se han dado sucesos históricos en la búsqueda del cambio de partido gobernante, como el de aquel año en el que se vieron los fraudes del “partido de siempre” y por ello se decidió colocar como interino a Medina Plascencia o la fecha que incluso ya se le conmemoró en pleno centro de la ciudad pero que todos los ciudadanos tenemos bastante olvidada o nos es indiferente por lo que he decidido retomar un poco de historia: el miércoles 2 de enero de 1946, después de un 1ro de enero agitado en el Parque Hidalgo, se reunió más gente para hacer protesta de un fraude electoral que afectó el interés de la mayoría votante: 22, 173 votos para Carlos Obregón que era el representante de la Unión Cívica Leonesa (UCL) contra solamente 58 de Ignacio Quiroz quien iba por parte del Partido de la Revolución Mexicana (PRM) ¿qué sucedió esa noche? Militares y demás empezaron a dar disparos desde el Palacio Municipal hacia quiénes estaban presentes… en forma resumida: fue una masacre.  

Pero ¿hasta cuándo fue reconocido la plaza como “Los mártires del dos de enero”? Por supuesto no lo sería en un gobierno del mismo partido, sino hasta años de Medina Plascencia y es que fue reconocido principalmente por los ciudadanos de León, siendo relevante en el cambio político por su peso poblacional, económico y político (Aguilar, J. p.89). Ahora, el Acción Nacional ha sido un partido con gran aceptación tanto en León como a nivel estatal (posiblemente por la misma mayoría ciudadana leonesa) pero ¿es aceptación de la ideología partidista o del régimen que decimos tener?  

Vinculo estas dos situaciones históricas y también locales, porque son ejemplos de exigencia de transparencia en las elecciones, el PAN puede que haya obtenido su triunfo en el 88 al recibir el apoyo de empresarios del que se distanciaron del PRI (Mora, A.) , siendo también, rechazado desde mediados de medio siglo, fue la oportunidad perfecta para poder quitarlo del Palacio Municipal. Este año se dio el retorno del PAN a la administración pública del municipio, sin embargo ¿realmente se da la satisfacción que se busca dar en una democracia? 

Una encuesta de Reforma afirma que somos el país con menor satisfacción gubernamental (tan sólo 19%) y que sin embargo, la casi mitad (48%) poblacional dice que es mejor la democracia o “la menos peor” (por lo que se puede dar a entender con la correlación de ambas preguntas). Entonces: tenemos el mecanismo político para la búsqueda y adquisición de los intereses que son de una mayoría relativa de la población pero realmente el nivel de aprobación no llega a ser ni siquiera una quinta parte del total ¿qué es lo que ocurre? 

Bueno, posiblemente encontremos insatisfacciones de las que esperamos soluciones a través del gobierno, quizá un estilo  de paternalismo, que estaría dentro de una anomia social, como Robert Merton explicaba, es en el ritualismo donde se tienen los medios, pero no una verdadera meta. Ahora que tenemos una democracia aparentemente más abierta -siendo que solamente dos partidos han gobernado a León desde poco más de ochenta años- ¿realmente se tienen las metas claras con el PAN? Es Márquez Márquez el gobernador menos peor, pero no por ello pasa siquiera la aceptación de una mayoría. El rechazo al PRI fue bastante claro en León después de las elecciones del 2015, pero ¿ya se perdonó del todo al PAN?

La administración pública leonesa del 2012 al 2015 que por vez primera en León no fue del mismo partido que del gobernador guanajuatense en los años más recientes, sino de ese PRI, se desataron grandes protestas por los problemas que se dieron durante el tiempo de la primera alcaldesa leonesa: problemas de recolecta de basura, aumento del transporte público con pobre eficiencia, casos de corrupción en el gobierno, cinismo inclusive con los “concursos de belleza” dentro de la casa municipal. Desde el triunfo de Botello –que ella declaró ni siquiera haber creído ganado- se supo que no haya ganado el tricolor sino que realmente lo perdió el de acción por las malas administraciones y poca popularidad de los ex presidentes anteriores como Sheffield, Alaniz, y proponiendo a Salim no fue lo mejor opción (a pesar de que la nota de las farmacéuticas saliera el 2013 ya se venía sabiendo de casos de corrupción del mismo).

A pesar del buen acto civil de los ya llamados “Mártires del 2 de enero” y el levantamiento después de tanta pasividad y en contra del gobierno de Botello vemos que aún queda bastante por hacer y no me refiero a realmente hacer marchas y movimientos, sino organizaciones de mayor carácter. Como cualquier columna o escrito de crítica social se enfoca a lo gubernamental –desempeño de instituciones, de representantes, servidores públicos, etcétera- pero ¿qué hay de la ciudadanía participante? No digo que hagan mal alguno en formar parte de un partido en donde se ven definidos sus intereses pero la protesta de 1946 y la reciente se tuvieron que hacer con base en otro partido político, y es que en la cuna del sinarquismo no se da bastante organizaciones con carácter distintos, como si todos pensáramos igual o nos fuera realmente indiferente; retomando a Merton, explicaba que quizá se dé un ritualismo democrático, pero no podríamos hablarlo de forma general y puede que haya gente pasiva con completo desinterés político, cosa que no debería de ser.  ¿Es la democracia el medio o el fin? Para la ONU es ambas, pero a nivel local ¿qué es? 

Entonces, decir que un partido político es el cambio, el que nos dio apertura a la democracia ¿es realmente correcto decirlo? ¿qué acaso no somos nosotros la democracia? Son cuestiones a discutir, no todo León es panista, por el desarrollo histórico se desbancó al PRI, mismo que no era deseado desde hace media década atrás, y fue la “única” alternativa para sacar a un mal PAN reciente, entonces ¿realmente se da la democracia deseada en León? 



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